terapia del suelo
entendiendo su reporte del suelo (parte 2)
En este segmento, consideraremos los dos minerales principales, Nitrógeno y Fósforo, en relación a su análisis de suelo. El objetivo aquí es clarificar los roles clave de estos minerales, identificar sus niveles ideales y ofrecer algunas estrategias breves de manejo.
Nitrógeno (N) - El esencial inestable
El Nitrógeno es el mineral más abundante que se encuentra en la planta, por lo que habrá que pagar un precio inevitable si este mineral no se maneja eficazmente.
Funciones clave
Este es el principal mineral que se encuentra en el pigmento verde, la clorofila, por lo que es absolutamente esencial para la fotosíntesis, el más importante de los procesos vegetales. El Nitrógeno es también la base para la producción de aminoácidos vegetales, por lo que tiene un gran impacto en el crecimiento y la vitalidad de las plantas. Estos bloques de construcción de proteína basados en Nitrógeno son tanto estructurales como funcionales. Las enzimas, por ejemplo, son proteínas y por lo tanto dependientes del Nitrógeno. Ellas impulsan cada reacción bioquímica en la que se basa toda la vida. El Nitrógeno es también un componente importante del ADN y el ARN, el material genético que permite que las células (y eventualmente las plantas) crezcan y se reproduzcan.
No hay sorpresas de que nos hayamos enamorado de este insumo en particular, porque es enormemente importante. El problema es que las fuentes, los requisitos y el tiempo de aplicación del Nitrógeno a menudo son malentendidos. Como resultado de esta confusión, el Nitrógeno se ha convertido en el más mal utilizado y abusado de todos los minerales.
Características clave
El Nitrógeno puede circular entre el suelo, la planta y la atmósfera (igual que el carbono). El aire que respiramos contiene casi un 79% de Nitrógeno y se suponía que íbamos a obtener cantidades significativas de este "regalo gratuito" de la atmósfera a través de organismos fijadores de Nitrógeno. El Nitrógeno también se almacena y libera por el humus en el suelo y, a medida que se descomponen los residuos de los cultivos, algunas de sus proteínas vuelven a convertirse en Nitrógeno disponible para las plantas. El fertilizante sintético de saco representa en realidad mucho menos de la mitad del Nitrógeno utilizado para producir su cultivo, por lo que es muy importante gestionar el ciclo del Nitrógeno de manera eficiente.
Cuando hablamos de estrategias de compostaje, nos esforzamos por construir una torta de capas basada en carbono y Nitrógeno. La capa verde (Nitrógeno) se basa en la clorofila, que es la que domina el Nitrógeno. La capa marrón alternante (carbono) se compone de materia orgánica, en la que el Nitrógeno se ha ido a la atmósfera y ha regresado a ella en forma de gas Nitrógeno.
Niveles ideales
Hay dos formas de Nitrógeno en su suelo: Nitrógeno amoniacal y Nitrógeno como nitrato. Idealmente, nos gusta ver cantidades iguales de cada uno (una proporción de 1:1). El requisito máximo del suelo para cada forma de Nitrógeno es de 20 ppm. Sin embargo, las plantas pueden prosperar con menos que esto.
La relación ideal entre estas dos formas de Nitrógeno es diferente en la planta a cuando se compara con el suelo. En la hoja, buscamos tres partes de Nitrógeno amoniacal con una parte de nitrato (una proporción de 3:1). Esta diferente relación en la hoja está parcialmente relacionada con una afluencia de Nitrógeno amoniacal procedente de la atmósfera, directamente en la hoja, a través de organismos fijadores de Nitrógeno que viven en la superficie de la hoja. Los organismos fijadores de Nitrógeno en el suelo también aumentan constantemente el componente amoniacal dentro de la planta. Esta relación clave 3:1 entre el amonio y el nitrato en la planta es un factor muy importante, pero a menudo no reconocido, en la salud y resistencia de las plantas. La mala gestión de esta proporción es desgraciadamente común. De hecho, esta proporción se invierte a menudo y, cuando esto sucede, la campaña está destinada a ser dominada por el estrés y la lucha. Este exceso de nitrato es una tarjeta de visita para los insectos y enfermedades y la batalla comienza, a medida que cada plaga llega a la fiesta.
Consideraciones clave
La fijación del Nitrógeno depende de un oligoelemento llamado Molibdeno, el cual es deficiente en muchos suelos. El Cobalto también es importante para asegurar el acceso a la recompensa atmosférica. El tercer componente de la conversión exitosa del gas Nitrógeno de la atmósfera al Nitrógeno amoniacal en el suelo es un suministro continuo de Fósforo soluble para permitir la creación del ATP (trifosfato de adenosina), que dispara la enzima nitrogenasa. Esta es la enzima que permite la cosecha del Nitrógeno atmosférico.
La mejor manera de asegurar una alimentación constante de fosfato soluble para este propósito es asegurar que su suelo contenga hongos beneficiosos. Estas criaturas faltan en muchos suelos, pero exudan ácidos que rompen la unión entre el calcio y el Fósforo encerrado y entregan ambos minerales en la solución del suelo. Todos los hongos que digieren celulosa ofrecen este beneficio (junto con la creación de humus), pero el más importante de estos organismos son los hongos micorrícicos. Estos organismos clave faltan en el 90% de nuestros suelos.
Aunque siempre es importante asegurar un suministro de Nitrógeno suficiente para obtener el máximo rendimiento, también es de vital importancia que no asumamos que, si un poco funciona bien, más funcionará mejor. El Nitrógeno es el mineral que más se abusa en términos de este enfoque "más mejor". El exceso de Nitrógeno puede reducir la resiliencia y llevar a una menor absorción de minerales como el Potasio, Calcio y Boro.
Una estrategia importante para maximizar la respuesta (en la forma correcta) y minimizar los aportes de N, consiste en la aplicación foliar de urea. La gran mayoría de la urea aplicada en el suelo termina como nitrato en la planta. Ahora bien, existe un proceso de gran intensidad energética que consiste en convertir el nitrato de la hoja en proteína.
La conversión del nitrato en proteína implica tres pasos - nitratos a aminas, aminas a aminoácidos, y luego aminoácidos a proteínas. La etapa de más gasto de energía de este proceso de tres pasos es la conversión de nitratos en aminas. La ironía aquí es que la urea es una amina. La vía foliar hacia la planta es al menos 12 veces más eficiente, por lo que podemos utilizar mucho menos urea cuando se aplica como foliar. Sin embargo, la consideración clave aquí es que estamos suministrando una amina, que se convierte fácilmente en aminoácidos y luego proteínas. Hemos evitado eficazmente la reducción de la energía a base de nitratos y hemos utilizado mucho menos Nitrógeno en el proceso. La urea puede aplicarse foliarmente con mucho éxito a una dosis de 8 a 20 kg por hectárea, pero siempre debe combinarse con ácido húmico para estabilizar el Nitrógeno y magnificar la absorción del mismo.
Fósforo (P) - El energizador
Funciones clave
El Fósforo es esencial para una fotosíntesis eficiente. Es el "mineral energético" necesario en todo el proceso de producción de glucosa. Esto comienza con adenosina-trifosfato (ATP), a menudo llamado "la batería de la vida". Sin embargo, el vínculo Fósforo (P) crítico continúa con un conjunto de enzimas a base de fosfatos que impulsan las fábricas de azúcar en la hoja (cloroplastos).
El Fósforo también es esencial para la inmunidad de las plantas, ya que muchos de los procesos que rodean este sistema de protección natural están basados en el fosfato.
Este mineral impulsa todas las etapas del ciclo de cultivo, desde el crecimiento inicial de las raíces hasta la fase vegetativa, y tiene una demanda aún mayor de relleno de frutas y semillas.
Características clave
Los fertilizantes a base de Fósforo se encuentran entre los más caros e inestables de todos los insumos minerales. Esto se relaciona con la muy baja solubilidad de los complejos de fosfato. Cuando los aniones de fosfato reaccionan con cationes en el suelo, como calcio, hierro, aluminio y manganeso, se forma un compuesto insoluble y se pierde efectivamente la inversión en fertilizantes. Se estima que el 73% del fosfato aplicado está destinado a encerrarse de esta manera. Ahora se ha convertido en parte del enorme banco de Fósforo insoluble que se encuentra en la mayoría de los suelos cultivados. La buena noticia es que usted puede aprender los trucos para recuperar esta reserva congelada y también puede estabilizarlo para evitar estos bloqueos.
Niveles ideales
Lo ideal es que su suelo contenga entre 50 y 70 ppm de este mineral clave. Cuando el Fósforo ha sido sobre abastecido, usted puede esperar ver escasez de zinc, hierro, potasio y hasta la absorción de calcio se ve afectada.
El ácido húmico es la mejor herramienta para estabilizar las entradas de fosfato soluble y evitar bloqueos. El ácido húmico y el fosfato soluble en agua se combinan para crear un humato de fosfato que permanece estable y disponible durante toda la temporada. Los gránulos de humato solubles deben combinarse a razón del 5% con DAP/MAP (es decir, 5 kg de gránulos de humato solubles con cada 100 kg de DAP/MAP por hectárea - hasta 10 kg/ha enfajado o 20 kg/ha escurrido).
Consideraciones clave
Algunas de las estrategias para recuperar el fosfato bloqueado incluyen la utilización de abono orgánico, cultivos de cobertura a base de leguminosas, ácido fúlvico, la introducción de hongos micorrícicos y el uso de programas de digestión de rastrojos. Los hongos digestores de celulosa que pueden digerir los residuos de los cultivos liberan exudados ácidos que incrementan la disponibilidad de Fósforo bloqueado, por lo que puede matar dos pájaros de un tiro. Usted puede convertir los residuos en humus de valor incalculable, mientras recicla sus reservas de Fósforo bloqueadas.
El Magnesio puede estimular la absorción de Fósforo, mientras que el exceso de potasio puede inhibir la absorción.
Los fertilizantes de fosfato de liberación lenta, como la roca fosfórica son mucho más eficaces en cultivos de pastos y cultivos hortícolas que no requieren fosfato de acción rápida. Ellos liberarán su fosfato, calcio, sílice y minerales traza durante varios años y proporcionarán una inversión mucho mejor. Recuerde siempre que la alternativa soluble en agua sólo entregará el 27% de su Fósforo antes de bloquearse. Sin embargo, existe un papel para el DAP/MAP en los cultivos en hileras a corto plazo, donde se requiere fosfato instantáneo. Sólo asegúrese de estabilizar este Fósforo de liberación rápida con humitas.
En la próxima entrega de estas guías de Terapia del Suelo, consideraremos la dinámica de los cationes clave - Calcio, Magnesio y Potasio - analizando sus requerimientos e interrelaciones.
Traducido por Alberto Pérez Roldán
Director de Agro Holistic s.l.